Hoy me paso por aquí para contarte un término que se utiliza a veces en la PNI (psiconeuroinmunología - especialidad de la salud en la que tengo máster). Este palabro es low grade inflamation o inflamación de bajo grado.
Es algo que veo en el 90% de mis clientas por eso me he decidido a explicarlo en el blog, para facilitar la información y que tu veas si te sientes identificada con algunas de estas características.
La inflamación de bajo grado (a partir de ahora LGI) es una inflamación general a nivel fisiológico que aparece cuando no tenemos unos hábitos saludables. Dicho así, puede sonar un poco amplio, por eso voy a intentar profundizar un poco más. Volvemos a empezar: la LGI corresponde a una inflamación a nivel sistémico que suele cursar son sobrepeso, problemas para dormir, sensación de hinchazón generalizada, falta de actividad física, niveles de glucemia altos y falta de ánimo en general.
Sucede como consecuencia a mucho tiempo de hábitos poco saludables que van poniendo ladrillitos en nuestro organismo y al final hace que cada día le cueste más arrancar.
Características comunes de personas con LGI:
- SOBREPESO. Ojo! Aquí no estoy hablando de una talla, ni de una forma de cuerpo. Estoy hablando de una deficiencia en nuestras células para funcionar con flexibilidad metabólica. He visto personas con cuerpos cero normativos que estaban muy sanas (cuidaban sus hábitos y su vida) y personas muy flacas y nada saludables.
Sin embargo, el sobrepeso es una característica que suelen tener en común las personas que tienen LGI.
Con este peso por encima de lo que nuestro cuerpo necesita, se produce una disfunción en nuestras células: una sobrecarga de nutrientes que hace que las rutas de generación de energía a nivel interno empiecen a fallar y que generemos sustancias inflamatorias.
- DIFÍCIL DORMIR, DIFÍCIL DESPERTAR. Sentir que te metes en la cama y empiezas a dar vueltas, cuando consigues quedarte dormida la cosa se pone complicada a partir de las 3 o las 4 de la madrugada... y cuando por fin consigues dormirte son las 7 y hay que levantarse.
Las sustancias inflamatorias que se están produciendo a nivel sistémico solo dificultan que tu cerebro descanse. Además, despertares de madrugada tienen que ver muchas veces con problemas en el hígado.
- FALTA DE ACTIVIDAD FÍSICA. Y no, andar no vale. Hay que mover el cuerpo, y si puede ser en ayunas mejor.
Estamos diseñados para movernos todos los días. Y sí, sé que es complicadísimo con estas vidas que llevamos (yo la primera). Por eso hay que moverse siempre que podamos y comprometernos en algunos días fijos.
- FALTA DE NATURALEZA. No hay contacto con la naturaleza y la ciudad no para de intoxicarnos. Aunque no nos demos cuenta, los tóxicos que nos rodean solo dificultan más la capacidad de nuestro cuerpo de detoxificarse, y eso es una tortura para nuestro cuerpo. A esto también podemos agregarle toda la cosmética tóxica que utilizamos en nuestro día a día.
- ALIMENTACIÓN DESEQUILIBRADA NUTRICIONALMENTE. Personas que improvisan lo que comen y se alimentan sin criterio. Muchas veces no es que no quieran comer bien, es que piensan que comer bien es no comer fritos ni ultraprocesados. Nuestra alimentación tiene que ir cambiando con los años, y es sustancial que sepamos hacerlo para sentirnos mejor.
- DESMOTIVACIÓN. Casos que se tratan desde medicina general como una depresión, deberían ser revisados por un PNI o nutri-PNI para poder tener una visión más global sobre esa sintomatología. La apatía que va ligada a la depresión tiene una profundidad incalculable que en todos los casos se puede mejorar (no curar) desde la alimentación.
Y tú, ¿cuánta inflamación de bajo grado tienes?
Si quieres solucionarlo, ¡te espero!
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