top of page

¿QUÉ DETONA TU HAMBRE EMOCIONAL?

Cuando aprendemos a diferenciar entre hambre fisiológico y hambre emocional, arrojamos un poco de luz sobre nuestra relación con la comida, entendiendo que muchas veces comemos simplemente por impulso, para calmar nuestra tristeza o un sentimiento de falta de amor.

Si te preguntase, ¿qué emoción detona tu hambre emocional? ¿Sabrías responderme? No es tan fácil de contestar, te lo aseguro. Porque rápidamente caemos en "cuando llego a casa", "cuando acuesto a los niños"... pero no he preguntado "qué situación" sino "qué emoción".


Somos unos analfabetos emocionales, y hoy te animo a preguntarte qué emoción sientes cuando comes de forma compulsiva. ¿Es soledad? ¿Es desconsuelo? ¿Es desamor? ¿Es frustración? Te aseguro que el poner nombre y apellidos a nuestras emociones nos ayuda a poner consciencia y es un primer paso para mejorar nuestra relación con nosotras mismas y con la comida. Por eso, aquí te propongo un ejercicio práctico para saber qué está detonando tu hambre emocional.


  1. Obsérvate. ¿Cuándo suceden esos momentos de desconsuelo en los que te arrojas a la comida? ¿Son durante la emoción? ¿Son después? ¿Son producto de una contención durante mucho tiempo? Una vez hayas detectado uno, dos o varios patrones apúntalos y disponte a trabajar con ellos.

  2. Si conectas con esas situaciones que has observado, ¿Qué emociones dirías que dominan la situación? Ponles nombre y apellido, relaciónate con ellas, entiéndelas. Con esto lo que quiero decir es que busques el motivo por el que están apareciendo esas emociones, qué quieren de ti, cuál es la consecuencia positiva de esas emociones.

  3. ¿Qué alimentos te pide el cuerpo? ¿Son más dulces o salados? Los alimentos dulces se relacionan con la falta de amor, un sentimiento muy primitivo de rechazo de la tribu que calmamos con alimentos melosos y dulces. Sin embargo, los alimentos salados y crujientes se relacionan más con la ira, el crujir nos calma y relaja nuestra frustración.

  4. ¿Qué otros alimentos podría comer? Te animo a buscar carreteras secundarias para estos alimentos, que te ayuden a calmarte pero que igualmente sean buenos para ti.

  5. ¿Cómo puedo trabajar esas emociones? Esas emociones que no estoy sabiendo gestionar, ¿Cómo me están afectando? ¿Qué podría hacer para gestionarlas mejor?


Con este ejercicio, que parece sencillo pero no lo es, podrás excavar un poco más en tus sensaciones, en entenderte. Y poner luz ya es una forma de enfrentarse y querer solucionar una situación, ¡te animo a que sigas indagando! Si quieres apuntarte a mi taller sobre estrés, microbiota y hambre emocional que será este próximo 22 de enero de 10h a 14h (hora España), puedes comprar tu entrada en mi web. ¡Ojalá nos veamos pronto!



90 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page